Comentario
CAPÍTULO XXIV
De los mameyes, y guayabos y paltos
Estas que hemos dicho son las plantas de más granjería y vivienda en Indias. Hay también otras muchas para comer; entre ellas los mameyes son preciados, del tamaño de grandes melocotones y mayores; tienen uno o dos huesos dentro; es la carne algo recia. Unos hay dulces y otros un poco agros; la cáscara también es recia. De la carne de éstos hacen conserva y parece carne de membrillo; son de buen comer y su conserva, mejor. Danse en las islas; no los he visto en el Pirú; es árbol grande y bien hecho, y de buena copa. Los guayabos son otros árboles que comúnmente dan una fruta ruin llena de pepitas recias, del tamaño de manzanas pequeñas. En Tierrafirme y en las islas, es árbol y fruta de mala fama, dicen que huelen a chinches, y su sabor es muy grosero y el efecto poco sano. En Santo Domingo y en aquellas islas hay montañas espesas de guayabos, y afirman que no había tal árbol cuando españoles arribaron allá, sino que llevado de no sé donde, ha multiplicado infinitamente. Porque las pepitas, ningún animal las gasta, y vueltas, como la tierra es húmeda y cálida, dicen que han multiplicado lo que se ve. En el Pirú es este árbol diferente, porque la fruta no es colorada, sino blanca, y no tiene ningún mal olor, y el sabor es bueno; y de algunos géneros de guayabos es tan buena la fruta como la muy buena de España, especial los que llaman guayabos de matos y otras guayabillas chicas, blancas. Es fruta para estómagos de buena digestión y sanos, porque es recia de digerir y fría asaz. Las paltas, al revés, son calientes y delicadas. Es el palto, árbol grande y bien hecho y de buena copa, y su fruta de la figura de peras grandes; tiene dentro un hueso grandecillo; lo demás es carne blanda, y cuando están bien maduras es como manteca, y el gusto, delicado y mantecoso. En el Pirú son grandes las paltas, y tienen cáscara dura, que toda entera se quita. En México, por la mayor parte son pequeñas, y la cáscara delgada, que se monda como de manzanas; tiénenla por comida sana y que algo declina a cálida, como he dicho. Estos son los melocotones, y manzanas y peras de Indias, mameyes y guayabas, y paltas, aunque yo antes escogería las de Europa; otros, por el uso o afición, quizá ternán por buena o mejor aquella fruta de Indias. Una cosa es cierta: que los que no han visto y probado estas frutas, les hará poco concepto leer esto y aún les cansará el oíllo, y a mí también me va cansando. Y así abreviaré con referir otras pocas de diferencias de frutas, porque todas, es imposible.